La barra de Madrid
con mejores vistas al mar.
Disfruta de nuestra barra de martes a sábado desde las 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:00.
Nuestra cocina… desde un taburete.
Escoger la pieza que más le apetezca y mirar cómo la cocinan, oteando lo que sale de los fogones y la parrilla, viviendo “lo que se cuece”… Sin intermediarios. El aquí y ahora. Eso es comer en nuestra barra.
Situada en la planta superior, es una barra viva con línea directa a nuestra cocina y a la parrilla, protagonista de nuestras elaboraciones. Dieciséis puestos que son la manera perfecta de tomar el pulso al lado más osado y desenfadado de El Señor Martín.
Ideal para compartir en parejas, o hacer una escapada a solas, en ella podrá disfrutar de una selección de una veintena de platos de la carta, a la que se suman sorpresas y sugerencias diarias que solo se sirven en nuestra barra. Un trabajo conjunto de sala y cocina que es la forma más directa y castiza de vivir una experiencia gastronómica en nuestro restaurante.
La barra de Madrid
con mejores vistas al mar.
Disfruta de nuestra barra en horario continuo de 13:00h a 22:30h.
No es una barra. Es una señora barra.
En El Señor Martín nos gusta hacer las cosas bien, o no las hacemos. Por eso, nuestra barra mantiene la misma calidad de cocina en un formato pensado para repetir más a menudo.
Una carta de barra que es una carta de amor al mar.
Con una selección de frescos, frituras y delicatessen que variarán según temporada para satisfacer a quienes buscan las tapas más emblemáticas, y a los que quieren probar algo más único.
Brinda como en ningún otro sitio.
Nuestra oferta de vinos por copa es difícil de superar. Disfruta de una amplia gama blancos, tintos, espumosos y generosos por copa, sin olvidarnos de una buena cerveza y otros destilados que puedan acompañar la ronda.
Si el mar no para, nuestra barra tampoco.
En nuestra barra puedes disfrutar de una exquisita carta de vinos en horario de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:00 de martes a sábado. Porque el mejor producto no entiende de horarios, y las ganas de disfrutar de él, tampoco.