Hay llamadas que cambian el rumbo en cocina. “Carlos, conseguimos esos pulpets que nos pediste, van para Madrid”, nos contaban unos pescadores con los que trabajamos en el puerto de Vilanova. Gran noticia para nuestra barra.
Estos pulpitos son distintos al pulpo que todos conocemos. Por su naturaleza, este es su tamaño. Una rareza que nos aporta una textura tierna y un sabor marino profundo.
Los salteamos brevemente en aceite con un pequeño toque de Px y brandy. En el plato, van con un puré de patata “Academia”. Y unos guisantes lágrima que llegaron esta mañana de la zona a modo de guarnición. Pruébalos hoy en nuestra barra.
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